La reacción que produce la "burundanga" varía mucho. Para algunos afortunados los signos como mareos, visión borrosa o la boca seca han servido de alerta para buscar ayuda inmediata.
Otros, la mayoría, no alcanzan a reaccionar y la confusión, desorientación y pérdida de la voluntad los pone a merced de los malhechores. La víctima queda a disposición del delincuente y sigue sin resistencia las órdenes que se le imparte sin ningún signo de violencia.
Sus efectos principales son visión borrosa y resequedad en la boca. A nivel del sistema nervioso produce sedación, embotamiento, alucinaciones, confusión, alteración de la memoria y pérdida de la conciencia.
El uso de la “burundanga” en Colombia, Ecuador, Venezuela y Brasil es común para delinquir, cometer violaciones y hasta traficar con órganos, según informes recogidos en internet. Lamentablemente esta droga ya ingreso a nuestro país y se esta utilizando con los mismos fines delictivos.
En Brasil se utiliza la droga para el tráfico de órganos. La Policía reportó varios casos en que las
víctimas, bajo los efectos de este soporífero, fueron sometidas a operaciones quirúrgicas para extraerles los órganos requeridos por los traficantes. Se reportaron también casos de violaciones.
En Ecuador fueron descubiertos volantes distribuidos en las calles e impregnados con el polvo de "burundanga". Cuando un extranjero arriba, los taxistas con registro legal recomiendan evitar recibir revistas de impostores que circulan en taxis para cometer el robo.
Al Ecuador la droga llegó de Colombia, donde es considerada la segunda causa más importante de intoxicaciones. Si la dosis es muy alta y la víctima tiene hipertensión puede causar convulsiones y hasta la muerte.
La escopolamina fue introducida a la medicina en 1902 cuando, inyectada junto a la morfina, fue una técnica usual para producir un parto sin dolor. A los efectos de la sustancia se le llamó "el sueño crepuscular". Es requerida por brujos y delincuentes. Los nazis la usaron para interrogar a espías durante la segunda guerra mundial. Lo llamaron “el suero de la verdad”.
Otros, la mayoría, no alcanzan a reaccionar y la confusión, desorientación y pérdida de la voluntad los pone a merced de los malhechores. La víctima queda a disposición del delincuente y sigue sin resistencia las órdenes que se le imparte sin ningún signo de violencia.
Sus efectos principales son visión borrosa y resequedad en la boca. A nivel del sistema nervioso produce sedación, embotamiento, alucinaciones, confusión, alteración de la memoria y pérdida de la conciencia.
El uso de la “burundanga” en Colombia, Ecuador, Venezuela y Brasil es común para delinquir, cometer violaciones y hasta traficar con órganos, según informes recogidos en internet. Lamentablemente esta droga ya ingreso a nuestro país y se esta utilizando con los mismos fines delictivos.
En Brasil se utiliza la droga para el tráfico de órganos. La Policía reportó varios casos en que las
víctimas, bajo los efectos de este soporífero, fueron sometidas a operaciones quirúrgicas para extraerles los órganos requeridos por los traficantes. Se reportaron también casos de violaciones.
En Ecuador fueron descubiertos volantes distribuidos en las calles e impregnados con el polvo de "burundanga". Cuando un extranjero arriba, los taxistas con registro legal recomiendan evitar recibir revistas de impostores que circulan en taxis para cometer el robo.
Al Ecuador la droga llegó de Colombia, donde es considerada la segunda causa más importante de intoxicaciones. Si la dosis es muy alta y la víctima tiene hipertensión puede causar convulsiones y hasta la muerte.
La escopolamina fue introducida a la medicina en 1902 cuando, inyectada junto a la morfina, fue una técnica usual para producir un parto sin dolor. A los efectos de la sustancia se le llamó "el sueño crepuscular". Es requerida por brujos y delincuentes. Los nazis la usaron para interrogar a espías durante la segunda guerra mundial. Lo llamaron “el suero de la verdad”.
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